“Cartografías Coloniales: restos, paisajes y monumentos del imperialismo español” es un proyecto de la
Asociación Española de Historia Pública. El proyecto consiste en el desarrollo de un mapa plural, polifónico y participativo sobre la memoria colonial en España que aspira a funcionar en tres planos:
Como diagnóstico: Mapa-Documento
Cartografías Coloniales busca trazar una imagen territorial y expansiva sobre los vestigios materiales del imperialismo español. En su vocación ciudadana, el proyecto parte de algunas preguntas que lejos están de agotar el amplio abanico de interrogantes sobre la memoria colonial en nuestro país. ¿Qué restos del pasado y la memoria colonial están visiblemente invisibilizados en el espacio público, en nuestras calles,plazas, paisajes, estatuas, memoriales y monumentos? ¿Cómo funcionan, cómo y a quiénes afectan? ¿a quiénes callan y a quiénes siguen beneficiando, sea en términos políticos como materiales y financieros? ¿Qué relatos y saberes consagran y, por el contrario, cuáles degradan, cuáles silencian o directamente deslegitiman? Y, como el negativo del mundo, ¿cómo gravitan estos vestigios en nuestra experiencia de lo cotidiano y, sobre todo, en la vida de los más vulnerables, muchos de ellos todavía afectados por las consecuencias negativas de la modernidad colonial, sea a través del racismo, el sexismo o la xenofobia?
Como base de datos: Mapa-Archivo
Todo mapa es político. Todo mapa exhibe, pero también oculta y legitima una determinada visión del mundo. El mapa no es el territorio: el mapa es un texto y, por lo tanto, puede ser leído y negociado de muy distintas maneras, como todo espacio de fricción y resistencia. Los mapas están llenos de pliegues y contradicciones. Son, en definitiva, un palimpsesto. Los mapas, y sobre todo los mapas de inspiración científica/europea, han sido grandes aliados del proyecto de expansión colonial. Lo han alimentado y han bebido de él. No sin cierta ironía,
Cartografías Coloniales también se articula a partir de esta premisa, hasta convertirse en un arma, casi como un ladrillo.
Cartografías Coloniales funciona como un archivo. Pero no no como termómetro de lo
real, sino como un dispositivo que pretende definir los límites de lo posible, de lo verdadero o de aquello que puede o no puede ser dicho (o, si se quiere, que puede o no puede ser conocido, tanto a nivel político como historiográfico). Pensar el mapa como un archivo implica pensarlo casi como un baúl, como un repositorio de deudas y herencias. Por eso
Cartografías también es un instrumento en continua expansión, de acceso libre y gratuito, para poder ser utilizado por investigadores, colectivos, instituciones públicas y la ciudadanía en general, sin importar su origen, formación académica o lugar de residencia. Dicho de otra manera, el mapa solo va a existir y sobrevivir en cuanto sea utilizado, en cuanto los propios ciudadanos lo pongan en movimiento.
Como proyecto de Historia Pública: Mapa-Artefacto
Cartografías Coloniales no es el primer mapa de memorial colonial del país. Los últimos años fueron testigos del surgimiento de un pequeño puñado de proyectos análogos, tanto en el mundo académico como desde el amplio tejido de asociaciones militantes, muchas de ellas vinculadas a colectivos de inmigrantes o personas racializadas. Cabe destacar, entre otros, el magnífico trabajo del proyecto “
La España Esclavista", dirigido por el historiador Martín Rodrigo y Alharilla, y cuyo mapa sobre el pasado esclavista vio la luz a mediados de 2024, coincidiendo con el desarrollo de
Cartografías Coloniales. Muchos de los registros contenidos en dicho mapa, sumado al trabajo de otros reconocidos especialistas como José Miguel López, Mónica Álvarez Calderón o Lizbeth Jhoanna Chaviano Pérez, forman parte de nuestra cartografía (todos debidamente citados, con especial mención para el libro editado por Rodrigo y Alharilla:
Del olvido a la memoria. La esclavitud en la España contemporánea. Barcelona, Icaria, 2022). Sin ir más lejos, el historiador Óscar Álvarez Gila, miembro del proyecto “La España Esclavista”, representó a dicho proyecto en el IV Festival de Historia Pública, “Voces de memoria colonial. La historia pública ante la escucha”, celebrado en Madrid el 18 de octubre de 2024. En otras palabras, pensar
Cartografías Coloniales como un ejercicio de historia pública también implica aunar esfuerzos y colaborar con otros grupos y asociaciones, tanto dentro como fuera del mundo académico.
El Proyecto
Cartografías Coloniales tiene al menos tres características que, para nosotros, lo hacen único y, por qué no, necesario. Primero, es un mapa que abarca el fenómeno colonial en su máxima extensión. Esto significa que no se limita a un tema específico -como la esclavitud-, ni a una región en particular -Cataluña, Madrid, Andalucía o Extremadura, por solo citar a los territorios más explorados- ni, mucho menos aún, a un periodo histórico en concreto, trazando a veces un límite en el comúnmente conocido como “Desastre del 98”, coincidiendo con la perdida de las ultimas colonias en América (Cuba y Puerto Rico), además de Filipinas y otras islas del Pacifico.
Cartografías Coloniales abarca todo el territorio nacional y toda la experiencia material del colonialismo, lo que a su vez nos lleva a preguntarnos por las trampas de pensar la conquista en clave exclusivamente nacional, pero ese ya es otro tema, para otro debate. En síntesis, no conocemos ningún otro desarrollo con el alcance del Proyecto Gallinas, lo que lo hace prácticamente inabarcable, poniendo en entredicho cualquier tipo de frontera o fecha de caducidad.
Pero ¿que entendemos por lo
colonial, un fenómeno mucho más ambiguo, impreciso y a veces incluso contradictorio que, por ejemplo, la esclavitud? Esto nos lleva inmediatamente al segundo elemento, a la segunda puesta en valor de nuestro proyecto. A diferencia de otros mapas o registros,
Cartografías Coloniales es un proyecto participativo de Historia Pública. Esto significa que el proyecto aspira a que el conocimiento histórico sobre los vestigios materiales del colonialismo español sea en parte co-construido entre la ciudadanía y el trabajo de los historiadores profesionales. El carácter participativo de
Cartografías Coloniales hace que cualquier ciudadano, sin importar su origen o grado de educación formal, pueda contribuir a la expansión crítica del mapa, enviándonos la información sobre un determinado registro -calle, plaza, monumento, lugar de memoria, opresión o resistencia-completando el
formulario o enviando un correo electrónico a cartografias.coloniales@gmail.com. Todos sus envíos van a ser debidamente citados, tal y como ya aparece en todos los registros del mapa. Por otro lado, dada la dimensión transversal del colonialismo en la configuración histórica, cultural y territorial de buena parte de la península ibérica, la presencia de restos coloniales se extiende por casi toda la geografía española. Dicho de otro modo, no podemos llegar a todos los pueblos, a todas las ciudades ni a todas las comunidades autónomas. ¡Necesitamos de vuestra ayuda!
Ahora bien, la co-autoridad en la co-construcción del conocimiento histórico también se traduce en un ejercicio de corresponsabilidad entre la ciudadanía y los historiadores profesionales. La rigurosidad y contrastación de los registros enviados se vuelve una instancia innegociable, algo que se aplica al trabajo tanto de los historiadores profesionales como de los historiadores aficionados. El carácter participativo de
Cartografías Coloniales, inspirado en los principios fundamentales de la Historia Pública, nos lleva a introducir el tercer y último elemento. En un principio, creíamos necesario ofrecer una definición precisa y acotada de qué íbamos a entender por un vestigio, por un paisaje y por un monumento, lo que por supuesto se extendía al resto de manifestaciones materiales y significados del colonialismo español. En otras palabras, ¿cómo íbamos a concebir un lugar de memoria, un espacio de resistencia o de simple consagración del colonialismo? Rápidamente nos dimos cuenta de que salir en busca de definiciones cerradas, casi seguro demasiado académicas y normativas, iba a limitar en exceso el carácter abierto,polifónico y participativo del mapa, sobre todo en su relación con la historia pública. Los mapas también se negocian y en esto quizá resida todo el potencial de
Cartografías Coloniales: en discutir qué es un vestigio o un monumento. En, al menos en términos materiales, seguir debatiendo en qué consiste la memoria colonial en España, aunque sea de un modo parcial y siempre en disputa.
NosotrasCartografías Coloniales está dirigido por Emiliano Abad García y Sofía Gómez Ramírez, miembros de la Asociación Española de Historia Pública. El mapa forma parte del proyecto “Pedagogías de coloniales: relatos, relictos y testimonios del silencio español”, financiado por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática (Referencia: 319MD2023).